Es sólo para decir
que no he podido decir nada,
que me he quedado callada,
inerte, sin frenesí.
Es sólo para decir
que me tragué mis palabras,
y que sólo ahora me queda
depositarlas aquí.
Pero las palabras ya no importan
sólo son un cruel habría,
ahora sólo forman parte
de infantil melancolía.
Es sólo para decir
que terminé sin decir nada…
que hablar es en el momento,
cuando el corazón lo clama.