Caminante de las estrellas

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Nací

de la nada y de la vida,

crecí

bajo el sol y las estrellas

con la tierra como cuna,

con la piel entre la bruma.

Observé las estaciones

levantarse de los poros de la tierra;

cuatro sabios que caminan

en el giro de la bóveda celeste.

Mi alimento y mi refugio

es el árbol que me guarda

bajo un manto de silencios y murmullos,

como madre.

Me marché y permanecí,

un estigma fue mi ausencia.

Encontré por fin mi oficio

en la linterna que sostengo.

Viajo en lo distante,

vuelvo al punto de partida,

tintinean mis campanas

sobre valles y desiertos.

Soy guardián de la mangata

que se extiende en tu mirada,

navegante del destino,

de lo escrito en lo infinito.

Mi artefacto volador

deja una estela de diamantes,

fugaz como promesa

efímera y perpetua

de tenerte junto a mí.

 

Fulgor en escarlata

no nos quemes,

no agonices,

ilumina lo perdido.

Guía mis destellos,

brota, flor azul celeste.

danzaré junto a la luna,

con el viento en mis zapatos.

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Comentarios (1)

Gracias por compartir tan bella metáfora.
Son lecturas por las cuales valen la pena abrir f b.
Fuerte abrazo y apretón de mano desde Orizaba Veracruz.

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