
Pum bom bun
El gato negro salió del salón
Pum bom bun
Se paseó por el patio
Pum bom bun
Hizo añicos mi corazón
Tú y yo nos escondimos,
porque sabíamos lo que seguía
Tú y yo actuamos peor que niños,
porque es fácil evitar la mala fortuna.
¿Por qué huimos?
Porque vil suerte sigue a estos desgraciados
No nos lo dijeron en la escuela.
Miedosos, eso fuimos. Pero es que
no queríamos estar condenados
El gato, arrogante, se paseaba como en una pasarela.
“Cuando veas que se acerca,
vete por otro lado”, eso siempre me dijo mi abuela.
Cuando vi al gato negro, sabía que el destino no estaba lejos.
Corrimos, casi volando. No dejamos huella.
El gato quedó confundido ante la huida
y eso afectó sus reflejos. Creo que tú y yo lo condenamos.
El gato quedó confundido…
y no escuchó el disparo.
Y el otro. Y el que vino después.
Don Arturo siempre les disparaba a los gatos negros tres veces.
Pum…bom…bun. Pum…bom…bun. Pum…bom…bun
La abuela siempre me dijo que me mantuviera alejado de ese hombre.
“Porque es estúpido; cree que los gatos negros
son de mala suerte.
Les caza de enero a diciembre”
Pum…bom…bun. Pum…bom…bun. Pum…bom…bun
“Cuando veas que se acerca, vete por otro lado”, decía mi abuela.
“Cuando veas que Don Arturo se acerca
no juegues al héroe, porque tiene una pistola”
“Cuando veas a ese monstruo, corre, corre rápido.
No quiero que te alcance una bala”.
Pum…bom…bun. Pum…bom…bun. Pum…bom…bun
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