
Detesto sentir que te necesito,
porque estoy convencido de que no es así,
hasta que te encuentro en todos lados.
Y es que estoy bien sin ti.
Pero estaría mejor contigo.
Te quiero cuando me siento harto de todo y sólo quiero un abrazo tuyo,
y me faltas cuando tengo tanto que decir, pero no hay nadie que me escuche.
Trato de convencerme constantemente de que llegarás en el momento justo,
de que quizá aún es muy temprano para nosotros.
Pero empiezo a temer que pronto será muy tarde.
Porque estoy decepcionado de la gente y del mundo.
Quiero ver mi película favorita a tu lado.
Quiero eso que creí haber encontrado hace un largo tiempo,
pero que resultó ser un simulacro.
Quiero llegar del trabajo y contarte de mi día.
Quiero dormir con tu abrazo en mis noches frías.
Quiero vivir contigo todo lo que pensé que ya no quería.
No te quiero. Justo ahora no te quiero.
No importan las veces que lo repita, te quiero.
Te quiero a morir justo en este momento,
aunque me digan todo el tiempo
que debo aprender a estar solo.
Pero quiero aprender a estarlo contigo, aunque no tenga sentido.
No quiero quererte, pero lo hago.
Te quiero y te necesito.
Te quiero mientras bebo vino en esta terraza en que la observo a una pareja celebrar su compromiso.
Mientras los miro, pienso en lo mucho que me rehúso a admitir que me haces falta.
Quizá por eso nunca me pasas, aunque te encuentre siempre en todos lados.
En especial cuando paseo por el centro de tarde y observo a los amantes tomados de las manos.
Esta noche quisiera tener junto a ti una de esas conversaciones que sólo se pueden tener en la cama.
Tengo ganas de despertar a tu lado, de charlar juntos hasta la madrugada y no tener que levantarnos temprano.
Tengo ganas de sentirme amado, ¿sabes?
Con ese amor que sólo tú podrías darme.
Y es que me gustaría decirte que eres justo como siempre imaginé que serías, pero no sé si lo haré algún día.
Si me pasas, sé que serás tú, porque contigo acabarán todas mis dudas.
Entonces lo compartiremos todo y no nos perderemos de ningún atardecer.
Al amanecer estarás junto a mí en la cama.
Ya no habrá pesadillas.
Y todo estará bien.
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