Aquí me encuentro, plasmando está noche de nostalgia y confort, deleitándome con las memorias de lo que pudo llegar a ser y no fue… En mi mente ya no te encuentras frecuentemente. A veces, cuando está todo en calma, me gusta mirar atrás y deleitarme con nuestra fugaz historia de amor, que era solo tuya y mía.
Qué ironía plasmar mi sentir, sin saber si todavía piensas en mí.
Las cosas pasan por algo y el tiempo me lo ha demostrado. Todo ha cambiado. He de reconocer que tu abrazo fue un impulso para convertirme en la Vania que soy.
Ésta será la última vez que escriba de ti, mi amor se ha transformado en un agradecimiento lleno del cariño que alguna vez tuve y en un amargo pesar, pero continuaré mi vida.
Qué hermosa historia fugaz, simple y de mi parte sincera. En mis memorias quedará plasmado mi sentir y los recuerdos ya borrosos por el pasar del olvido se quedarán plasmados en mis escritos.
No fuimos muy lejos, pero de nada me arrepiento. Me aferré a tus últimas palabras, pero hoy me permito soltar el pasado.
Gracias, aunque ya no formes parte de mi vida, llegaste a ser alguien importante para mí.
Te quiero, te quise… Pero ya no te quiero querer. Con el beso que nunca te di, me permito perdonar, agradecer y despedir.
Con cariño, una nueva Vania.
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