
Debería sentarme en el jardín y leer un buen libro,
hacerme grandes preguntas y conocer lo desconocido; debería estar haciendo otras cosas,
pero, con la mirada hacia lo finito,
me pregunto si realmente puedes transformar un día feo.
¡Lo sé! ¡Lo sé! Debería estar haciendo otras cosas,
pero me interesa saber si mi felicidad, tristeza, dicha y desdicha
dependen de la manera en que me tratas, hablas o miras.
Quiero saber si de verdad tú eres
el remedio para todos mis males,
quien puede hacerme sentir
desdichada o plena,
quien me dará la felicidad anhelada.
Debería estar haciendo otras cosas, pero después de dar tantas vueltas,
sé que no eres tú, aunque en ocasiones así parezca,
sino yo, quien tiene la capacidad y el poder de quitar las nubes
grises para ver las estrellas.