Una sonrisa

pexels-shiny-diamond-3762440-scaled-thegem-blog-default

Si hoy muriera,

me gustaría expresar 

con veneno de víbora 

ese sabor agridulce 

que siento en mi paladar

cuando aprieto los labios 

y lucho ferozmente 

por sonreír.

 

Quiero tener una sonrisa,

una sonrisa pícara

como las que te gustaba 

mirar con recelo 

sobre las calles de la ciudad. 

 

Quiero tener una sonrisa voluntaria, 

provocada por tu alegría. 

Quiero una sonrisa estética 

que sea sostenible y reproducible.

 

Quiero una sonrisa

de comisuras carnosas 

que eleve el labio superior

y exponga los dientes.

 

Quiero una sonrisa

que pueda reflejar 

un estado de placer,

de ira y de agonía.

Una sonrisa,

capaz de reaccionar

a los múltiples estímulos.

 

Quiero una sonrisa 

que diga la belleza 

y la percepción 

de las hormonas de la felicidad. 

 

Quiero una sonrisa

como la tuya,

una sonrisa

de dos puertas blancas

y seis ventanas, 

de dos paredes rojas

que se contraen 

con toda la musculatura 

alrededor de la boca,

que eleve al máximo el labio superior

y genere una expresión visual

de ojos entrecerrados.

 

Quiero una sonrisa 

que me fortalezca el corazón,

que me libere de la tensión, 

que alivie mi dolor…

3
X