Esto no me estaría pasando si hubiera tomado mis medicamentos. Voces cada vez más recurrentes. No estuviera pasando si por fin hubiera perdonado a mi mamá por esos golpes que me daba de niño. En estos momentos, el diablillo de mi lado izquierdo tiene la batuta y el angelillo piensa si está de acuerdo con él. No estaría pasando si hubiera mandado la cadena que me mandaron al correo. La tía Tita siempre tuvo razón cuando me decía que si no ponía a San Antonio de cabeza me iba a quedar solo.
Mi horóscopo siempre tuvo razón y nunca le hice caso. No debí juntarme con una tauro. Nada de esto me estaría pasando si hubiera tenido cuidado al caminar en la noche rompiendo mi espejo. Nada en esta vida es fácil porque siempre hay que estar a las vivas de no cruzarse con un gato negro o cruzar por debajo de una escalera.
La comadre Jacinta siempre tuvo la razón cuando me invitaba a darme unas buenas limpias en lugar de derrochar mi dinero con un psicólogo o en lecturas de tarot. Si la hubiera escuchado, hoy tendría la moto que tanto deseé cuando era niño.
Mi vida es un completo caos, mis amigos me dicen que estoy muy salado en todo, les preocupa que hable solo o que me ría así, de la nada, pero yo les digo que es normal el contarse chistes a uno mismo y que por eso me río solo, no es nada del otro mundo.
Nunca voy a entender nada de esta vida. Siento que ni mis papás, ni mis amigos ni nadie me puede comprender; siento que solo somos mi perro y yo contra el mundo. No se han puesto a pensar que la vida se pone difícil a los 15 años. No estuviera pasando nada de esto en mi vida si no fuera ascendiente de ofiuco, porque todos sabemos que caen mal, nada de esto estaría pasando en mi vida si mis papás no me hubieran puesto este horrendo nombre.
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