¿Cuál es el precio de la perfección? Siempre me sentí insatisfecha y buscaba algo más, J2 fue diseñada para ser todo aquello que creí que no podía ser.
El clon J2 tomó gradualmente el control de mi vida. No titubeaba al tomar decisiones en el trabajo y tenía la chispa que me hacía falta en mis relaciones. Recibió el ascenso que siempre me habían negado y una larga lista de reconocimientos. Las primeras veces, Luis ni se dio cuenta de que estaba con otra, aunque poco a poco sentí que él parecía preferirla. No lo niego, al principio estaba feliz de tener su ayuda. Mientras J2 lidiaba con la rutina de doce horas en la oficina, yo disfrutaba de viajes y excesos.
Nuestro acuerdo dejó de importarle. Pronto, J2 mostró su verdadera naturaleza sin emociones, quería dejarme de lado. Luis, al darse cuenta de la verdad detrás de J2, trató de detenerla, pero fue eliminado como todos los que estábamos en su contra. Ahora, soy solo un recuerdo en la memoria de aquellos que una vez me conocieron. J2 continuó viviendo como mi “mejor versión”, pero se convirtió en una mujer fría, preguntándose si alguna vez conocerá el verdadero significado de ser humano. ¿Cuál es el precio de la perfección cuando se pierde lo que realmente importa? La mejor versión de mí resultó ser mi propia destrucción.
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