Muchos huyen despavoridos pensando que ya no es para ellos, que prácticamente su vida se ha ido por la deriva sin que aparezca. Tías que van murmurando sobre tu estabilidad, comentarios sarcásticos nunca deben de faltar, así como las citas a ciegas.
Los amigos son los cupidos modernos que van surgiendo de los más altos pedestales para hacer cumplir su labor como casamenteros. Poner a un santo de cabeza es señal de que la vida se ha ido entre los dedos con el único objetivo de vestir a todos los santos.
Los sueños y los nietos imaginarios de las mamás se van en cada suspiro al ver a la criatura llegando con más animales que ya no caben en aquel cuarto. Las indirectas van cayendo a la orden del día en todos lados, como tener un espía incluido en el celular.
El amor, aunque te escondas por debajo de las piedras, al final te va a encontrar y será cuando menos te lo esperes. Todos los escenarios son posibles ante un flechazo de eros. La abuela tiene razón cuando dice que siempre hay un roto para un descosido.
Te encontrará al final sin que puedas poner resistencia ante esa persona que puede elevar o destruir tu vida con una sola acción. Te faltarán manos para preparar la boda y y no podrás decidir cuántos hijos vas a tener junto a esa persona especial.
Cuando llegue el flechazo solo tienes que gozarlo porque, como dicen, de amor no nos morimos. Pero recuerda que siempre estará un psicólogo para poder escuchar todos tus males, es algo inevitable, y, como Forrest, siempre encontrarás a alguien corriendo contigo en esto llamado vida.
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