¿Puedo pedirte algo? Eso que quieres decir, dilo. Ese error que quieres cometer, comételo. Ese riesgo que quieres tomar, tómalo. Entiendo que tienes miedo y vives preocupada por ser vista como una persona perfecta, pero eso solo te vuelve más imperfecta ante tus propios ojos. Cada omisión la sientes como haber perdido una parte de ti, y lo peor de todo es que esa parte nunca fue tuya en realidad.
¿Sabes? El psicoanálisis dice que no hay nada más neurótico que no cumplir tu deseo, porque satisfacerlo haría que éste desapareciese. Qué condena más agobiante. Que éste sea el motor de nuestras vidas: correr hacia una meta a la que debemos agradecer por ser inalcanzable.
No. Mejor aprende de mí. Sonríe en esa entrevista; te llevará de viaje a Alemania y te cambiará la vida para siempre. Estudia esa carrera; aunque ahora no lo creas, sí tienes la suficiente capacidad. Háblale a esa chica que te gusta; te prometo que no va a rechazarte. Ve a ese concierto; es el último que tu banda favorita dará en tu ciudad. Habla con tus abuelos; un día te darás cuenta de que ni siquiera sabes cuál era el color favorito de cada uno.
¡Aún estás a tiempo! ¿No lo ves? Puedes escoger un camino en el que no te alimentes de fantasías pretendiendo que son suficientes para saciar tu hambre. Para mí es demasiado tarde, pero tú sí puedes decidir. Vive, por favor, porque las cosas que nunca hice… son de las que más me arrepiento.
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