
Tú, la de párpados dorados,
la de lindos pechos,
en tu cuerpo un dios,
incienso púrpura
por quien suspira
la roca lisa.
Mírate cambiar,
irgue la cara
al bello cielo,
contempla en ti
la secreta mudanza,
el techo de palomas.
El agua en cascada
esmalta tus pezones,
es tu sexo
una flor blanca,
marfil mojado en plata.
Eres libre
libera el oleaje de voces,
tú eres tu propio azul,
bebe del silencio tuyo
y del de la naturaleza,
la vida es vasta.
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