
Cuentan que el amor es un sentimiento
en pena, vaga por la razón y llega al corazón,
dicen que a veces huele a naturaleza, otras a tormenta,
vive en el imaginario de la costumbre y
en el arrebato de la ilusión.
Cuando no hay invierno en el espíritu,
se acuerpa, recorre cada una de las células,
brota como fuego en la sangre y estremece los sueños,
hasta enternecer los anhelos con nuevos deseos.
Dicen también, que el amor es la energía de dos
que se vuelven uno ante la pasión,
o dos que se encuentran sin siquiera cruzar una palabra;
el amor trasciende y acorta fronteras.
El amor es un momento en tu lugar favorito,
disfrutar de lo que te rodea, que el amor es una persona,
se dice tanto, que a veces se oculta en la suposición.
Aunque creo, más bien, que el amor no son dos, ni tres,
tal vez el amor es uno y no específicamente el propio,
tal vez el amor es un momento y no un sentimiento,
tal vez el amor no son personas, son acontecimientos,
tal vez el amor no son acontecimientos, sino recuerdos,
y si no son recuerdos, entonces ¿qué es el amor?
Dejemos de especular sobre el amor
y dejemos que sea y nos haga,
sí, nos haga personas más fuertes,
humanas y eternas para fluir sin decadencia,
comenzar a somatizarlo, hasta amar sin resistencia,
tal vez el amor es una palabra
que revolotea en nuestra mente y corazón,
el significado vendrá con la asociación única
y personificada para cada mortal en esta tierra.
35