Soplé la vela, pedí un deseo,
abrí los ojos y se fue con el humo,
se aventó por la ventana y tomó la misma calle que tú
cuando te fuiste ayer
para no volver.
Palabras
rostros
abrazos.
Por ningún lado tu presencia.
¿Por qué hoy me toca esperar cada año
para desearte al soplar la vela?
¿Por qué no elegiste otro día para no elegirme?
Mi cumpleaños era un hermoso día
cuando no tenía que usar mi deseo en ti.
Hoy me sobran las ilusiones,
hoy tengo un año más
y todos los días tú me faltas.