Aunque con cierta indiferencia y escepticismo de saber quién eras, fue un hermoso y soleado día cuando te vi.
Algo de ti me llamó la atención; de entre todas las personas lucías singular, alguien discreto, pero al mismo tiempo audaz.
Aunque no lo sepas, con solo verte mi día vuelve a brillar como sol resplandeciente en verano.
Simplemente me gustas sin conocerte, y es raro porque no sé cuál es tu canción favorita, ni qué película te hace llorar, cuál es tu mayor sueño o si tienes algún miedo.
No sé qué te hace reír, ni qué te hace enojar, no sé, no sé.
Y no sé por qué, pero no puedo evitar ver a través de tus ojos que al menos algo sientes por mí.
Dicen que la mirada no miente y yo creo que la tuya no es la excepción.
Esto no es un poema, aunque realmente suena como si lo fuera.
Tal vez nunca lo leas, pero al menos intenté expresar lo que mi corazón siente por ti, lo que espero que algún día pase y no quede en simples fantasías e ilusiones que reprimí dentro de mí.
