Por favor, mi vida, antes de irte, deja las llaves en su lugar, una vez más, no las dejes sobre la mesa. Toma la última manzana que queda en la cesta y llévate tu botella de agua que guardé por la noche en el refrigerador. Al salir, si te encuentras a mi madre fregando el piso, finge normalidad. Sonríe. Da los buenos días y deja la puerta exterior abierta como siempre lo has hecho.
Cuando den las diez en punto, estaré sentada en mi escritorio tomando mi té de azafrán y cogeré el teléfono esperando leer el mensaje, constante, puntual e invariable por más de una década en el que siempre me das los buenos días y deseas que sea fructífero mi día. Mándalo. Que no se te olvide añadir un ojalá cierres un contrato hoy, pues casi siempre que lo mandas yo logro cerrar un acuerdo con un cliente. En tanto, yo pondré mi pierna derecha arriba de la izquierda, se alzará un poco mi falda, echaré para atrás la espalda y sonreiré mientras te escribo una nueva frase que motive al líder que eres, con la cual te identifiques y, sobre todo, no olvidaré recalcarte lo mucho que te amo.
Pediré permiso para salir hoy temprano fingiendo algún malestar. Llegaré a casa, doblaré tu ropa y te plancharé unas camisas para el resto de la semana. Separaré tu ropa interior por color, tamaño y clase. Embalaré tus libros sin olvidar Viaje al amor de Williams que está en el cajón del buró izquierdo con la dedicatoria de tu padre.
Te enviaré un mensaje preguntando si ya vienes amor y contestarás que no. Una vez más me dirás que un compromiso surgió y demorarás tu llegada. Tu teléfono se quedará sin batería; tu mal hábito en los últimos meses.
Cuando llegues en la madrugada, te esperarán las llaves debajo de la maceta de biznaga. Levántala con cuidado. No tendrás que entrar de puntillas. Ni te quitarás tu traje en la oscuridad. No hay a quién molestar. Mi madre y yo nos habremos ido tres días con mi hermana. Tiempo suficiente para que saques todas tus pertenencias.
Antes de irte, abre el refrigerador, habrá cinco recipientes de comida sin componentes lácteos, sin nueces y sin grasas saturadas. Llévatelos. Esta es mi última nota. Por favor, antes de irte, deja las llaves en su lugar, una vez más, no las dejes sobre la mesa.