
Soy imprudente y optimista.
Tal vez esa sea la vida adecuada para mí.
Me precipito, a ratos, hacia vacíos mentales y entonces me pregunto quiénes son ustedes para arrebatarme mi sueño, solo porque su percepción de mí se basa en dos cosas: quién es ella y cuál es su talento.
Mi talento es simple: resistir, incluso cuando los traumas de la infancia me atormentaban, pero nunca se apoderaron de mi vida adulta.
Mi talento también fue desprenderme.
Saber que uno a veces quisiera que lo de uno sea de uno solo, pero es mejor compartir con otros en la medida que te puedas permitir.
Come y da de comer.
Siento que tenemos un dios aparte.
O no me quiere escuchar.
Él debe de ver que hay talentos que se están perdiendo y nadie se está dando cuenta.
Que se van extinguiendo por el dolor de tripas, ese que produce el pasar hambres por las adicciones a sustancias o a otras personas.
Por tanto tomar las agresión con humor.