
Junio
Lunes, 11:00
Despierto,
reviso las notificaciones de mi teléfono
y noto con tristeza
que tú no me has escrito.
Últimamente,
todas las canciones de Taylor Swift
me recuerdan a ti,
a nosotros,
a todo lo que pudimos ser y no fuimos.
Martes, 17:00
Camino por Ciudad Universitaria
y recuerdo nuestras citas,
cada miércoles:
nos veíamos por la librería,
caminábamos bajo la lluvia,
platicamos como si fuéramos amigos.
Me besabas,
y de mi mente se esfumaba
la idea de que no éramos nada;
me abrazabas,
y me gustabas más y más.
Miércoles, 00:00
Ahora, todo eso que vivimos
no existe,
yo sentí demasiado,
tú no sentías nada,
no querías intentarlo,
yo no era la persona
que a ti te interesaba.
Cada día me pregunto
sí sería buena idea
mandarte mensaje;
todavía espero
que reacciones
a mis historias de Instagram,
que me mandes mensaje,
todavía pienso
que eras honesto
cuando aceptaste que fuéramos amigos,
pero, tú no me escribiste,
y yo ya me cansé de buscarte.
Jueves, 15:00
Cada día,
desde la primera vez que te invité por un café,
y como si fuera parte de mi skincare,
es parte de mi ritual propio
preguntarme a mí misma:
¿Lo intento todavía?
¿Te gustaba de verdad?
¿Por qué me confundes?
¿Por qué sigues respondiendo mis mensajes,
pero tú nunca me escribes?
¿Por qué nunca me buscaste o
me invitaste a salir?
¿Me extrañas?
Si no te hubiera dicho lo que sentía,
¿algo sería diferente?
Viernes, 8:00
Me perdí por buscar en ti
algo que no existía,
y quiero que pensar en ti
no sea parte de mi día a día.
Me cansé de aferrarme a la nada.
Agosto
Jueves, 16:00
Mentí, creí que sería fácil
pero te veo cada día en la facultad,
siempre te ves tan guapo
y quiero hablarte,
quiero que crucemos miradas,
que me notes,
pero, tú nunca me buscas,
¿por qué sigo insistiendo?
Lunes, 17:00
Te extraño
y no debería,
porque nunca fuiste sincero,
me respondías
pero nunca conversamos;
aceptaste salir conmigo
pero siempre era cuando
tú podías.
Nunca me buscaste de nuevo,
para ti fue fácil
seguir viendo mis historias
e ignorarme,
en los pasillos
a veces me saludabas.
Ignoraste mis sentimientos,
mis ganas de vernos otra vez,
y, sobre todo,
tu parte de culpa en todo esto.
Septiembre
Al final, no respondí tu mensaje,
aunque quería seguir con la conversación.
Tenía la esperanza de que,
al conocernos más,
podríamos intentarlo otra vez,
pero ya no pienso eso,
o eso quiero creer,
porque es muy difícil
no buscarte,
no extrañarte,
no quererte.
Octubre
Quiero parar de pensar en ti…