
Escuché que los buenos tiempos,
se encuentran después de la muerte,
pues, cuando ella llega,
empieza una nueva vida.
Escuché que, en los buenos tiempos,
no existen sufrimientos, desigualdades,
ni males.
Ni tampoco guerras, enfermedades o hambre.
Escuché, también, que, en los buenos tiempos,
no pasaremos dolor, ni tristeza,
ni injusticias.
Tampoco habrá pesadillas.
Que, en los buenos tiempos,
no existirá la muerte,
pues allí se encuentra la vida eterna.
Oh, si pudiera contarles
todas las grandes cosas que
escuché de los buenos tiempos,
sus corazones se alegrarían.
Pero prefiero detenerme, pues,
no es fácil creer,
lo que han dicho,
quienes no se han encontrado
con ellos.
62