
No fuimos muy lejos.
Tu sueño es construir castillos de arena
sin importar la tormenta.
Pero para mí, lo imposible está
en sembrar flores sobre el concreto.
Y aunque anhelo una vida en el mar,
quiero detenerme el tiempo necesario,
todas las tardes,
a ver mis flores crecer.
Mi regreso al mar
será con un ramo de flores:
que adorne
cada uno de los castillos
que habrás construido sobre la arena.
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