
En un mundo paralelo,
una pequeña planta enraíza
cuando León duerme en su cama,
tal como le enseñó Mathilda.
Entre las calles de este mundo
está abierto un club de jazz.
Sus dueños: un matrimonio
llamados Mía y Sebastián.
Y estando aquí
una conferencia escuché
de cómo sobrevivieron
Guido, Dora y su Josué.
En un mundo paralelo
otro final hubo.
Quizás usted tomó mi mano,
y nuestro amor sin final fue.