A mi abuelita, porque el tiempo no nos alcanzó
Aún recuerdo el crujir de tus huesos cuando tuviste que volar,
en mi mente sólo se repite la última sonata de tus pulmones tomando aire para decir adiós.
El escuchar tu voz quiebra mis huesos y duele no hallar mi mundo en tus ojos.
Ahora bailo y abrazo al vacío. Escucho mis latidos, pero añoro los tuyos junto a mi oído.
Quisiera mecerme en tus brazos ya sentidos del tiempo y escuchar tu consuelo.
Daría mi corazón pa’ que el tuyo tocara una canción más,
vendería la galaxia entera pa’ unir tus manos arrugadas con las mías.
Pa’ qué quiero mis pulmones si ya no puedo percibir tu aroma a limón.
Dime desde tu agujero negro cómo salgo de ésta,
dame de tu abono mágico pa’ crecer y seguir con mi ruta.
Deja caer por tu cabello color luna la esperanza que me falta.
Quiero beber del agua que cae de tus ojos.
Tuviste que volar para ver el universo y yo aquí sigo acurrucada en mi rincón oscuro.
No pude evitar que lo hicieras y no puedo traerte de regreso.
Pero esperaré hasta que pueda extender mis brazos e ir hacia ti.
Esperaré hasta volar a tu lado y percibir tu aroma a limón otra vez.
Semblanza
Soy Abilene Zurisadai Granados Cuatli, tengo 15 años y soy del estado de Puebla. La lectura es mi más grande pasión y me ha llevado a lanzarme a otros ámbitos, como escribir.
