Una mujer se postra en el escenario,
engranajes encarnados,
peso ligero,
máquina y cuerpo se van uniendo.
Uno, dos, tres,
la máquina se mueve,
uno, dos, tres,
los tambores se funden,
¡que griten, que lloren!,
la gente se rompe.
Máquina de carne y hueso,
privas al alma de la libertad,
encerrada en la cueva del movimiento,
sin dejarla penar en soledad.
Alma del cuerpo
¡baila con los ojos en la libertad!
Semblanza
Soy estudiante de la Escuela Nacional Preparatoria Plantel 9 “Pedro de Alba”, soy del estado de México y comienzo a escribir mis primeros textos de poesía. Desde pequeño me ha interesado la lectura, la música y el deporte, y es gracias a las primeras dos que la escritura me ha llamado la atención y me gustaría dedicar más tiempo a textos de poesía.
Un grito desesperado por vivir la vida en libertad aunque se tenga que lidar con una corporeidad asignada por la naturaleza.
Me encantó.