Explosión del nuevo centro

Siempre soñé que sobre mí te centraras,

siempre pensé permanecer bajo tu guarda. 

Después pedí el estallido de tu mirada encendida, de los astros y de tu sonrisa,

por primera vez preferí ser astrónomo y no profeta,

pero no alcancé a mirar de cerca la luz de tu estela,

solo quedó visible la cola de tu cometa.

Tras eso y tal Big Bang, me envolví en una explosión que dio luz a un nuevo yo,

los cuerpos celestes de mi alrededor trepidaron por tal resplandor

y al terminar el temblor, la luz de mi constante fe me mostró el nuevo camino.

Me resguardé dentro de mí, emprendí el nuevo vuelo pero nunca más empecé de cero,

el polvo de estrellas me rehízo y me alimentó estando consciente y en el sueño mismo.

Contemplé y quedó renovado el centro de mi universo.

Al final nuestro fervor quedó perdido junto con otros millones en el remoto cosmos,

imperceptibles en la atmósfera lunar y no quedó rastro de las huellas humanas de nuestro pasado andar.