Aun si me dieran una máquina del tiempo capaz de llevarme al s. xix, época romántica en la que siempre quise nacer, o si me dieran la posibilidad de viajar por el mundo en un instante para al fin disfrutar la sublime aurora boreal, majestuosas cascadas y el más perfecto paisaje, yo preferiría administrar su potencia y hacer una serie de viajes a corta distancia, hacia atrás, yo siempre miro por el retrovisor, para regresar a los lugares y personas que se sentían como mi hogar.
Querría volver a recibir la bendición de mi bisabuelo Celestino.
Querría escuchar una vez más que mi abuelo Manuel pronunciara “bonita” antes de abrazarme.
Querría volver a la última vez que estuve realmente enamorada.
Querría volver a la última reunión con mis amigas y hacer que no fuera la última.
Y querría volver a cada momento que hoy perdí porque estaba demasiado triste como para estar feliz.
