Tras vivir dieciséis años en la ciudad de los estragos, del caos y la reinvención, el huracán me arrojó a la ciudad del viento, de la realidad austera, donde los…
En un bosque de marfil caminé: tierra lúgubre, pasto anonadado, suave respiración, agitación ocultada. Un solo momento en él me bastó para conciliar mi interior, verme con cierta melancolía…
Los árboles son gigantes solitarios y divinos testigos de la noche profunda donde los hombres sólo son basura que se arrastra no responden oraciones ni se conmueven ante el suplicio…