Pedazo de madre

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—Lo encontramos vagando por las vías del tren. Se ve que estas 24 horas no le han sentado muy bien. Aunque esté vestido huele asqueroso, incluso El Mongol no se aguantó las ganas de vomitar; y eso que ese güey ni se baña.

—¡No seas tan duro con el muchacho! Su madre desapareció desde hace un mes y su abuela ya está ruca, ya está robando oxígeno. ¡Ponte en su lugar y déjate de pendejadas! Mi madre también nos abandonó por irse a coger con otro cabrón. Creo que me identifico con el chavito… ¿Debería decirle algo?… déjame hablar.

El comandante entra a la oficina y tapa su nariz por el olor tan repulsivo que despedía el joven, como de vísceras de pescado podridas. El comandante lo escanea completo y se da cuenta que el muchacho está totalmente limpio.

—¿En dónde estabas?

—Estaba buscando a mi madre, hace un mes que desapareció y…

—¡Mira!, a lo mejor no lo entiendes aún porque eres un niño, pero no creo que la encuentres por más que la busques, por lo menos no ahora. Tal vez ella te busque en un futuro y te sepa explicar por qué se fue. Tal vez encontró una forma de salir de este barrio tan peligroso, y después regresará por ti y…

—No, señor comandante, lo que pasa es que… es que…. mi mamá, pues, desapareció, y yo corrí porque quiero verla, pues este… ya corrí y después caminé por las vías. En serio no quise preocupar a nadie, se lo juro… por el angelito de mi guarda que no… pero caminé y pues la encontré, a mi mamá… pero la seguí buscando…

—Espera, ¿cómo que la encontraste y la seguiste buscando? ¿Acaso te vio y se fue? ¡¿En dónde está?!

—No, señor oficial, sí la encontré. Está conmigo, pero aún no sé dónde está… ¿cómo le podría decir?, sí está, pero aún no termina de estar…

El niño saca debajo de la mesa una mochila, con un olor tan repulsivo que el comandante tiene que luchar contra sus náuseas. El niño, por el contrario, como si nada abrió el cierre. El comandante no aguantó más y comenzó a vomitar con un asco nunca antes visto ni sentido al ver aquella cabeza de mujer.

—¿Ve? Eso es lo que le quería decir. ¡Aquí está su cabeza, ahora sólo falta encontrar el cuerpo!

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