Sin destino

pexels-photo-1615553-thegem-blog-default
Sin destino


Constantemente me pregunto
¿A dónde iré después de esta vida?
¿Estará alguien realmente esperándome para
pedirme cuentas por cómo desempeñé
el papel que se me dio mientras vivía?

¿He de preparar mis maletas
para cuando llegue el día?
O ¿he de irme con las manos vacías?
Será, acaso, que tenga que llevar a Virgilio de guía,
o simplemente,
¿permitir que mis pies me dirijan?

Oh, es tan incierto el destino
después de nuestra existencia,
que no sé si debo pedir clemencia,
pues de tantas cosas nos han hablado,
aquellos que la muerte nunca han enfrentado.


A alguna parte

Hago mis maletas a toda prisa,
para evitar que el cuidador y la brisa,
impidan mi huida.

Es importante para mí librarme
de este castigo insoportable,
pues, tantos años he esperado
para apartarme de este encierro amargo.

Oh, amigos, el momento ha llegado,
abro la reja y dirijo de un lado a otro mi cabeza.

¿Los pasillos?, los pasillos están vacíos y
el silencio susurra en mi oído que el destino me ha sonreído.
Entonces, tomo mis maletas
y corro desconcertante hacia mi libertad,
con mucha felicidad.

Pero, ésta no durará,
pues el cuidador se ha percatado
y la brisa me ha traicionado.

Oh, amigos, tan cerca me sentí de la libertad,
pero a mis pies no pude controlar,
y han tropezado en
uno de los charcos que la brisa ha creado.

Qué tristeza sentí
cuando no pude levantarme
y una voz en mi oído susurró
que no podré ir a alguna parte.

81

Dejar un comentario

X