Yo, prefiero demostrártelo a decirte que te quiero;
sé que el material de las palabras es ligero…
Shariff Fernandez
Es cierto, nunca hablé al respecto, al menos no directamente. De mis labios usted no escuchó una palabra sola; no dije nada, pero demostré mucho. Es que quizá mi amor por usted fue así; se escudó tras un silencio que me permitía conocerla de a poco, tomándome mi tiempo, pues realmente lo necesito, como cocinando a fuego lento el platillo que saciaría mi hambre y cuyo sabor llevaba imaginando desde hace tanto tiempo ya.
Tal vez así es el amor de los tímidos. Nunca he sido bueno jugando este juego del romance moderno. No conozco otra manera de amar que no sea a través del interés y del esfuerzo constante. Cortázar decía que «la indiferencia nunca pasa desapercibida», espero que el interés tampoco. Espero que en algún punto, cuando la cercanía construida a base de cotidianidad fuera el refugio perfecto para recibir las palabras que confesaran mi amor por usted, me las creyera; las creyera porque estaban respaldadas por un ejército de acciones que las superan cien a una. Mi estrategia claramente no funcionó del todo.
Ahora que me retiro y nuestros caminos se separan, me tengo que despedir a la distancia de mi único triunfo en esta batalla: haberle hecho bien. Por esta única victoria sé que ninguno de mis esfuerzos fue en vano; por esta única victoria es que no me considero un perdedor del todo. Antes que por verla a mi lado, actué por verla feliz y si uno solo de mis esfuerzos sirvió para traer una luz de alegría en medio de alguno de sus días oscuros, entonces no hay lugar para la derrota total. Me esforcé por hacerle bien, y de haberle hecho bien no me arrepiento. Ahora que me retiro me toca rogar por la esperanza de haber dejado alguna memoria en usted, de tal forma que del afortunado al que usted entregue el corazón pueda esperar al menos el mismo esfuerzo e interés que usted ya recibió aquí.
En cuanto a mí, mientras guardo en mi viejo baúl mis ilusiones, estoy seguro de que de volverlo a intentar, lo intentaría de la misma manera. No sé querer de otra forma; no espero ser querido de otra forma. Sin mencionar en un principio una palabra sola, para no recibir sólo palabras, palabras solas.
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