Despertando en la rutina

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Mientras escribo, pienso en que debería estar estudiando, encontrando pasión por mis estudios que se me han hecho eternos, pero a la vez están terminando y no sé qué haré. Veo a mis compañeros tan entrometidos en un futuro que se supone me pertenece, aunque no tenga espacio para mis pensamientos masivos.

Mientras estudio, pienso en que debería estar leyendo, para estar al tanto de todas esas novelas que se consideran “indispensables”, libros adultos demasiado serios, en los que hay encuentros que se llevan con lenguaje formal, y me recuerdan que se me está haciendo tarde para dejar olvidados los libros sobre vampiros, ángeles y sueños húmedos de una de mis etapas que ya terminó.

Mientras leo, pienso en que debería estar trabajando para generar dinero y poder darme la vida con la que tanto sueño o quiero soñar. Es increíble cuando hago cuentas o abro una caja registradora, un agujero en mi pecho se abre, pues me digo que no habrá suficiente capital para el futuro. 

Mientras trabajo, pienso en que debería estar en el gimnasio construyendo aquel cuerpo que veo en todos lados, lleno de mitos y pesas que puedo cargar un día sí y un día no, y me prometo dejar de engullir y llorar.

Mientras levanto pesas, pienso en que debería estar comiendo, probando todas esas exquisiteces que me digo que no puedo rechazar, la curiosidad me mata y probar todo me parece algo indispensable, y sigo engullendo y sigo llorando.

Mientras como, pienso en que debería estar con mis seres queridos, generando conexiones reales y vínculos que me sean útiles, que me lleven a un futuro que me dé amistades de por vida que no me traicionen, que me acompañen y entiendan.

Mientras estoy con mis seres queridos, pienso en que debería estar intimando con mi persona favorita, para lograr, un «te conozco mejor que a nadie», para seguir haciendo lo que no debería, pero con alguien más.

Mientras me muevo en la intimidad de un hogar pienso en todo aquello que debería estar haciendo, en aquel idioma al que no le puedo dedicar más tiempo, en aquel vestido, en aquella depilación, en aquel chico al que no le he respondido o aquella reservación que no he realizado… 

Debería saberlo todo para lograr todo. Saber no solo un poco de todo, sino todo.

Todo lo que debería estar haciendo no lo hago mientras estoy haciendo.

Y no hago lo que debería estar haciendo.

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