Brújula

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Pequeña brújula dorada, escucha mis plegarias.

Acompáñalo y guíalo en este viaje tan impredecible. 

Su maleta llena de dudas, más de una vez hará que quiera volver, 

deseará jamás haber pedido estar lejos de casa. 

Los días se volverán eternos y los segundos pasarán cada vez más lentos. 

Por favor, no te impacientes. Escúchalo y oriéntalo 

a pesar de que su brillo se marchite algunas veces. 

Te ruego que no lo abandones y jamás lo dejes caer.

Durante su camino, huellas impregnadas quedaran en su piel 

como ríos que dividen y constituyen todo su ser. 

Ansiedad y desesperación, esperanza e ilusión, 

son emociones que dejarán vestigio en su corazón. 

Pequeña brújula dorada, recuérdale mis palabras:

«Querido hermano, el mundo y sus infinitas representaciones 

nunca permanecieron igual, así como tú tampoco lo harás».

Te obsequio esta rosa de 8 pétalos contiguos, 

cada uno representa aquello que tanto amas. 

Si te sientes perdido abrázala con fe, ella estará a tu lado 

y te direccionará según el camino que hayas elegido. 

Ve y descubre nuevas rutas, encuentra otros mundos 

y conoce distintas mentes. 

Ve y observa aquello a lo que todos le tememos 

y vuelve diciendo: «¡No fue fácil, pero lo logré!».

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