Escribir cartas a mano es un arte precioso en el que una persona puede plasmar en tinta y papel una parte de su alma. Aunque en pleno siglo XXI pareciera que los mensajes digitales han reemplazado por completo a las cartas hechas a mano, nadie puede negar que una hoja con tinta nos hace sentir cariño, emoción y muchos nervios. Escribir a mano no es solo emplear una caligrafía, es dejar nuestra alma y nuestro corazón en cada línea del papel. La carta es la herramienta que pretende expresar el amor de nuestro corazón que nuestros labios no dicen. Escribir va más allá de una cuestión de educación básica: escribir es dejar toda tu esencia y demostrarle a esa persona cuánto amor le tienes… y todo esto me hace muy bien.
Cada vez que me dan una carta hecha a mano no puedo dejar de leerla una y otra vez. La leo en todos los lugares que frecuento y a medida que avanzan las líneas me hacen reír, llorar, callar, gritar apasionadamente y, a veces, alejar la carta por los nervios. Espero, respiro y sigo hasta acabar. Si esto estremece las entrañas de una persona, ¿qué hará una carta con mensajes ocultos? ¿Sientes lo que yo siento cuando te escribe la persona de quien estás enamorado? Estás inmóvil, tembloroso y el tiempo se detiene, solo deseas que ese sentimiento sea eterno. ¿Las cartas hacen bien? Sí, y además me dan cariño.
Escribir no solo me hace bien, me enseña que soy una persona que puede sentir tantas emociones en milésimas de segundos con una hoja y tinta, y me demuestra que sigo siendo un loco enamorado que busca la manera de conquistar a sus cercanos y a su amada con el poder de la escritura. No dejaré de escribir a mano, esta magia que se va perdiendo poco a poco tiene un poder tan grande que no solo me hace bien, me motiva a seguir escribiendo cartas para expresar todo el amor a las personas que más amo y para conquistar a la chica de quien estoy locamente enamorado. Si hay algo seguro en este mundo posmoderno es que ni la mejor inteligencia artificial podrá reemplazar el poder de una carta hecha a mano y tampoco podrá demostrar que escribir a la antigua es compartir parte de tu alma con otra persona… y todo esto me hace muy bien.
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