Sempôwalxôchitl otoño ipomoea floris

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Gaia

Se vestía de flores y no de flores extintas, esas ya no volvieron a visitarnos.

–En África y en América–

“Estrelladas azules y moradas”

Ipomoea Floris

 naranjas y amarillas

–de más de cien pétalos, cempasúchil de mi corazón–

flor endémica de México, Sempôwalxôchitl Náhuatl

regalo divino, de nuestro creador

flor de vida y de transición, “lo que llamamos muerte”.

Radiante de vida, color y aroma

encamina a esas almas, ilumina su camino…

Como el Sol, nos da vida y calor, nos cautivas con tu perfume,

invócalas con tu color, guíalas hasta su redención: la ofrenda.

–Que tu color amarillo solar, sea su destino final–

Luz mágica, junto a sus veladoras con su fuego etérico

esa llama viva que calienta

–que transmuta, que purifica y limpia–

que resplandece en la oscuridad, para los que se han ido…

Señala el sendero alfombrado de sus pétalos que brinda un camino suave,

como nuestros ancestros

le llamaban: Iztacteteo, Dios Blanco.

Quemad copal, para agradecer, ofrendar con su único olor

y traed a los difuntos, a sus viejos amores

a su festín, de sus favoritos, olores y sabores…

visitar a sus parientes de forma espiritual, para que no digan que no 

volvieron a visitarnos en carne viva.

Acógelos con ese amor, abrázame con mi tribu

–llena mi lecho, trasciende–

Iluminare Levioso Illuminate

“México Día de Muertos Tradición”.

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