Recordatorio

pexels-cottonbro-studio-4057695-scaled-thegem-blog-default

El día que supe que no volvería a verte, me armé de todo lo posible por recordarte. Te vi vacía pero aún plena. Habías dado tanto para nosotros que tu energía de hogar seguía irradiando ese calorcito que, en lo particular, me cobijaba tibiamente y me regresaba a los seis años, a esas horas con Carmelita dándome de cenar, dejándose peinar o enseñándome nuevas canciones. Aunque ahora te habían despojado de muebles y colguijes, lucías ultra radiante. Los tonos naranjas y rosados de tu suelo, paredes, puertas, ventanas se despidieron de mí calurosamente, con cariño nato, creo que hasta con cierta ilusión. Lo fotografié todo. Recorrí cada uno de tus cuartos tratando de robarme con los ojos todos tus detalles, para conservarlos en la memoria y para poder replicarlos en otro lugar al que no sabría si algún día llegaría pero con la esperanza de volver a sentirme así, EN CASA.

2

Dejar un comentario

X