Desconocidos que se conocen demasiado

pexels-lara-jameson-8828586-scaled-thegem-blog-default

Me encontré perdido sin la guía de tus manos,

sin ese par de bellas brújulas,

las únicas capaces de dictar mi dirección.

Solo ellas me mostraron el camino

  y me creí capaz de mantenerlas siempre junto a mí.

 

Ahora somos dos desconocidos

presas de conocerse demasiado.

 

Pidiendo tiempo para perder tiempo,

 desabrochando el tiempo si no estamos juntos.

y solo tú, mi más bello amanecer,

mi más cálida puesta de sol.

 

Te pido:

 

Seamos dos desconocidos que se conocen demasiado,

tanto que no saben ni quiénes son:

ella sabiendo más de él que él mismo,

él sabiendo más de ella que ella misma.

 

Somos únicos en nosotros mismos,

ciertos poetas sostenían que era imposible

 conocer totalmente a una persona.

 

-Solo era un mito-.

Te conocí mejor que a mí,

te amé hasta dejarme de amar.

Te cosí hasta descoserme,

 con tal de oír tu voz, me quité la mía.

 

Por ti mi tiempo, por ti mi vida, por ti mi todo.

 

Por qué cobrar una cuenta que no es mía.

 

Yo y solo yo seré el único recuerdo

s allá de tu olvido,

lo primero al despertar,

y tu último pensamiento de camino al sueño.

 

Solo una fantasía encontrar a una persona

que conecte su alma con la mía.

 

Dos seres atemporales, dos simples relojes de arena

sin más tiempo que contar, sin más minutos

que aprisionar en sus tormentas de arena.

 

Tú, insondable desierto, me mostraste

cómo calmar mi sed sin agua o mi hambre sin comida.

 

Lo que nos hizo únicos nos atrae,

como el imán al metal, como el amor al odio.

 

La primera persona del plural

es la única que mi mente recuerda.

 

-Por más que grites la soledad de mi destino,

tú en mi soledad serás la única compañía-.

2

Dejar un comentario

X