¿Por qué eres tan… así? Cuando quieres decir algo (cualquier cosa) no lo haces por miedo a que la gente te diga algo, sea bueno o malo. No te acercas a las personas por temor a incomodarlas con tu sola presencia. Aunque esa persona no lo piense así. Entonces, ¿por qué dudas y examinas todo? Desde la posibilidad de hablar en público, trabarte y hacer el ridículo frente a personas que supones importantes, hasta el miedo a ser rechazado.
Desearía poder ayudarte en algo. Lastimosamente la vida solo es de su protagonista. Ese eres tú. Serás el comandante de tu propio barco, navegarás las mareas sin temor a fracasar y aprenderás de tus errores para ayudar a los demás. A fin de cuentas, de nada te servirá meter la cabeza en un mundo donde, en realidad, nada importa.
