Diosa de ronca voz y lisérgica mirada
eléctrica heredera de los campos de algodón
fiera predicadora del regocijo
de ocultar la timidez tras la melena,
ten piedad de nosotros, mortales
que sólo nos inyectamos antibióticos
y en la noche apagamos las bocinas
para no despertar a nuestros roomies.
Madre de todos los ávandaros y woodstocks
ten compasión de nuestras guitarras
maltratadas por los camiones
y afónicas ya de tanto esmog.
Cachondísima virgen del blues
perdónanos
porque ya cumplimos veintiocho
y no hemos muerto.
Cósmica chamana
ayúdanos a huir un rato de este siglo
ahora que se han gastado todas las utopías.
Patrona de los viajes
danos un aventón.
0