Semblanza de mi muerte

Que no muera

un día nublado y frío

de invierno

y me vaya tiritando

de frío y de miedo

ante lo desconocido,

ese mundo de sombra

sin rostro

que camina siempre

a mi lado,

o me aguarda

al doblar la esquina,

ese misterio insondable

que no logramos develar

y que angustia

y perturba la existencia.

Quiero irme

un día soleado

de una primavera reverdecida

llena de brotes y retoños

de pájaros y de flores,

a buscar

mi Jardín del Edén,

mi Paraíso Perdido

y gozar de los frutos

de la vid y de la higuera,

el perfume de los cerezos

y los naranjos en flor

y el calor del sol

que no se oculta nunca.

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Comentarios (1)

Interesante tema, gracias por compartir

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