Página en tu nombre

Tu nombre se puede morder como manzana.

Huele a mango de Manila y a naranja china.

Me deja la lengua morada al igual que el chagalapoli

y la escobilla.

Lo trituro y respiro yerbabuena.

Al separarlo estalla una granada.

Crece a la altura de la flor de caña, es la enredadera

que sube por la cerca o se extiende a ras de patio,

perseguidor de coralillos, sandías y verdolagas.

Si lo agito, escucho el agua que lo llena.

Si se lo doy al loco de la casa, volará a la punta

del cerro y lo hará flauta.

Para librarme de la oscuridad lo conservo en un frasco.

Con la luz que despide se ilumina esta página.

 

0

Dejar un comentario

X