Apuntes sobre la anatomía del hombre

APUNTES SOBRE LA ANATOMIA DEL HOMBRE

La divina obra de arte, la criatura más bella de las que reinan la Tierra: el hombre. Materia hecha carne y huesos. Especie dotada de rasgos determinados por su biología.

El cuerpo es el medio, el vehículo para lograr los fines del ser humano: satisfacción de las necesidades, gozo de los placeres y trascendencia de cada individuo. Es el transporte que concede al humano un espacio en el tiempo, un lugar en la realidad.

Organismo complejo conformado de varios sistemas dentro de uno solo. Ser cuyas partes trabajan de forma autónoma y simultánea para que el todo funcione.

Maravilla arquitectónica y de ingeniería. Nada sobra en él, cada fragmento cumple una función: las articulaciones, los engranajes, dan motricidad. Los pies otorgan soporte. Las piernas, troncos de los humanos, sostienen la estructura y permiten la locomoción. Los brazos y las manos facultan la manipulación de los objetos. La nariz, la boca, los ojos, los oídos y la piel son los centros de recepción de la experiencia sensible. La columna vertebral mantiene la estabilidad desde el tronco hasta la pelvis. Los pulmones procesan el oxígeno, de la misma forma que el estómago lo hace con los alimentos, el combustible del cuerpo. Y la cara es la identidad de cada persona.

Entre sus órganos priman dos: el cerebro y el corazón, computadora y motor del hombre. El primero, el fundamento de la operatividad y facultades del organismo, el órgano más importante y menos desarrollado; el segundo, el regulador de las velocidades de la vida a través de la sangre.

Aun en la enfermedad, la discapacidad o la desfiguración que eclipsan la estética y obstaculizan los mecanismos, el cuerpo logra desarrollarse. Sólo los más aptos sobreviven a la selección natural. 

La metamorfosis del Homo sapiens lo lleva de nacer de la fecundación del óvulo y el esperma a morir en polvo, como muere cualquier otro animal. La diferencia fundamental, sobre todo entre antropoides, está en que el homínido que camina erguido se distingue por sus capacidades racionales. Su mundo de ideas le da sentido a su existencia.

El ser humano es desconocedor del potencial de sus habilidades intelectuales y fisiológicas, ellas lo perfeccionan, aunque jamás estén a su alcance: es perfectible y expansible como el universo. 

El antropocentrismo no evitará su evolución, toda materia lo hace. Así como perdió la cola, mutará en algo todavía desconocido, producto del devenir histórico y del (des)uso de sus extremidades. 

Pasamos de simios a hombres y después, quizás, de Homo sapiens a dioses. El transcurso de los años determinará de lo que es capaz el cuerpo humano. 

Semblanza

Soy José Daniel Machorro Santacruz, licenciado en Ciencias de la Comunicación. Nací el 8 de marzo de 1996 en Morelia, Michoacán. Desde niño he tenido fascinación por los libros, la poesía y la redacción. Con mis escritos busco perfeccionar mi estilo para ser mejor escritor.

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