Una vez vi un bosque
y entre las espesuras
un pequeño susurro
me dijo: “ven conmigo”.
A mediados de primavera
eras la flor solitaria.
Las mariposas volaban,
y un aroma dulce
se escondía en una columna
de estigmas y estambres.
Bajo el sol
eres amarilla, roja,
naranja, blanca:
eres un arcoíris.
Y entre cada capa de algodón
eres el tulipán que yo quiero,
con una silueta de trompeta,
y con frutas tan pequeñas
como una lenteja.
Contigo soy feliz,
pues eres sencilla y hermosa.
Puedo ser tu prisionero
entre tus hojas ovaladas y dentadas.
Y si un día
me dejas saber todo de ti
te prometo
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