Ida y vuelta al Centro Histórico

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Entre las venas del metro circulo. Dos torrentes, verde-plateado y rosa, medio pálido por tanto tramo y calor entre doble cubre boca-NARIZ: por favor. Y volver al caminar tupido de las calles paralelas y secciones que dan forma a los pasos entre la multitud y al asombro del por qué todo sigue igual.

Construcciones finta, tras remodelación dejan la esencia en una pared, fachada colonial de memoria pero con esqueleto de metal, falsa esperanza de perduración de la historia. Paso adentro y al abismo de obra negra. 

Plancha de concreto, comal eterno de fuente solar, cruzar un delirio de los valientes sostenidos a pasos peatón de figuras geométricas, digno para la foto: sale tanta gente de tantos lares.

El coche azul rebasando y la ciscada dando a susto pues iba directo a convertirme en vestigio prehispánico sepultado a pasos del Mayor si no volantea y se aleja en el pitido del auto gris, recordándole lo imbécil que fue aun cuando lo ha dejado varias cuadras atrás. Continúan latigueando los carros, espoleando los caballos de los motores.

Organilleros y más ruido son recurrentes de las calles y de los restaurans comiéndose la poca calle a sombras de puros, turistas maduros pero con figura aceptable, los demás pasan y degustan al teporocho con harapos, rostro percudido en mugre del asfalto casi también del smog —una monedita—, todavía alcanzas a trabajar, le responde un gordo caucásico con ojeras voluminosas y cubrebocas, a media nariz, caminando a trote cansado junto a su señora de misma rodada. 

—Gracias, buena tarde—, afligido en sentaderas y un codo al piso como arena de cansancio y miseria de banqueta con asilo solar de puesto de periódico.

Recoger la lona antes de que pasen y vean que se vende sin permiso: fayuca. ¿Continúa todo? Llevo una ansiedad de gentío y año entero confinado. Semejante permanece la ciudad.

De Eje central y el bloqueo. Los puestos, las andanzas de vendedores cimbran el sol, consume el ambiente y la libertad de una bocada fresca.

Pasaste a mi lado / con gran indiferencia / tus ojos ni siquiera / voltearon hacia mí, canta cantante con mascarilla a la papada, porque la saliva no se expulsa cuando se recuerda a Pedro viajando en Trole azul, te vi sin que me vieras / te hablé sin que me oyeras, maletas y viajes de la central camionera persisten.

Hasta 120 minutos de norte a centro para la ida, más la vuelta ¿en llegar al espacio? 9 minutos de viaje y toda mi amargura / se ahogó dentro de mí…todo sigue igual.

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