A Julián, y a dos más que juegan en casa ajena
Llegó un día de la escuela. Sola en casa, pensó que era buena idea ver una de las películas de Lars von Trier que su hermano escondía en un buró junto a sus condones. A él no le gustó lo que veían, iracundo, lanzó un vaso contra la pared. Asustada, la chica corrió a recoger los vidrios. Ante las preguntas de su madre enfadada, ella se echó la culpa. A él le gustó su silencio.
Pasaron los años y entablaron cierta amistad. Mientras leía novelas de Henry James —sus favoritas—, ella encendía uno de los cigarros de su madre y dejaba que, entre la nube de humo, su cara apareciera. De vez en cuando, en el humo, la chica distinguía un gesto, una sonrisa triste. Pasaba las páginas, sentada en el viejo y mullido sofá, preguntándose si entendería, entre tantas vueltas de tuerca, que las historias hablaban de él.
Un día, sin más, se metió en su cama mientras ella dormía. La chica, espantada, notó con un sobresalto el peso sobre su cuerpo, perdiendo el aliento bajo la oscuridad de la madrugada. En la mañana escondió las sábanas, para lavar la mancha rojiza en la regadera. Surgió un temor de su vientre.
Antes de que pasara demasiado tiempo se acostó con su novio, para luego compartir la sorpresa con él. De regreso a casa notó una ausencia en el aire. Se había ido. La naturaleza siguió su curso y ella dio a luz a un niño diminuto, al que nombró Demetrio. «No se parece nada a mí», le dijo su ahora esposo. Ella le sonrió, «pero si tiene tus ojos», mintió. Los ojos del niño entornaban el vacío, como describiendo figuras inexistentes en la pared, en el sillón, en la recámara donde dormían abrazados su mamá y su padrastro.
A Demetrio no le gustaba la gente. Pero estando solo hablaba mucho, reía más, jugaba con personas que no existían. Demetrio pasaba tiempo con la familia de su padre, que se mudó al closet de la ropa vieja, donde se empolvaban los sacos del inquilino anterior. Al pequeño le gustaba prender los cigarros del esposo de su madre, para poder ver entre el humo la cara de su papá.
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