
Criatura oscura que en la noche nombro,
dulce quejido que enmudece el sueño.
Finos dedos, de mi mirada es dueño.
Con pesadez en mi afligido hombro
descansa su cuerpo. Convierte escombro
las edificaciones de mi ensueño
mientras que días y noches desdeño.
Su voz seda las acciones con que obro.
Se extiende bajo mis ojos, funesta
alfombra oscura, por la que transita
la sombra, desterrada y molesta.
La criatura oculta en las noches grita,
no yaceré en brazos de Morfeo,
porque se alimenta de ese deseo.
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