Monstruos marinos

scotland-2647221_1920-thegem-blog-default

—Mi abuelo decía que en realidad sí existen las criaturas marinas.

—¿Sigues creyendo en cosas que nos decía el abuelo? Él también dijo que en navidad vinieron los Reyes Magos y que el camello había dejado un par de regalos en el rebozo de la abuela, si sabes a lo que me refiero.

—Lo sé. Pensarás que es una locura, pero debo confesarte que una conversación con él cambió por completo mi rutina como turista.

—¿Qué te dijo?

—Un día me dijo: «Carlitos, ¿qué pasa cuando vienen tus amigos y quieren salir a jugar, tú vas con ellos?». «Por supuesto que sí, abuelo», respondí. Pero a mi abuelo no le fue suficiente mi respuesta y preguntó una segunda vez: «Si esos niños fueran… no malos, sino curiosos y vieras que dañan a la gente para ver su reacción o, por ejemplo, les gustaría ver cómo funciona Pelusa, ¿te gustaría seguir jugando con ellos?». La imagen de ver a mi perrito abierto como en los programas de doctores que ve la abuela me puso muy triste, y por la cara que puso mi abuelo supe que había tardado en contestar. «No, abuelo, no serían mis amigos», le dije, y para mi buena fortuna me dedicó una mirada de alivio. Entonces, me dijo: «Lo mismo ocurre con las criaturas marinas. Hay criaturas muy grandes, otras gigantescas y algunas se parecen a nosotros; a la mayoría no les agradan los humanos porque muchos son curiosos como los niños que te ejemplifiqué, a esos suelen devorárselos y a los que no, les temen. Así que cuando vayas al mar, a la playa, río o lago, antes de cualquier otra cosa primero saluda y cuando sea momento de retirarte despídete y, por nada del mundo, las llames monstruos, confía en mí, así sabrán que no corren peligro alguno ante tu presencia y puede que, con el tiempo, tengas la oportunidad de conocerlas. Ellas se cuentan lo que pasa en el ‘mundo terrestre’, como suelen llamarlo, porque todas las criaturas se comunican entre sí y quizá algún día se cuenten sobre ti». ¿Y sabes qué? No se equivocaba.

32

Dejar un comentario

X