Toca la puerta esperando que Sofía salga de la casa para ir caminando juntas a la escuela como todos los días. Pero cuando los papás de Sofía abren la puerta y ella pregunta por su amiga, le dicen que no conocen a la persona de la que les habla. Sigue a la escuela, confundida con lo que acaba de pasar, pero creyendo que todo es una broma elaborada por parte de su amiga.
Llega a la escuela y camina a su casillero, que está junto al de su mejor amigo, Diego. Cuando llega al casillero ve que hay una niña metiendo sus cosas en el casillero de Diego. Le dice esto a la niña, la cual contesta que nunca a habido un Diego en la escuela, sus amigas lo confirman.
Todavía creyendo que es una broma, pero sospechando que algo más está sucediendo, camina a su primera clase y se sienta en el lugar de siempre. Cuando ve que su compañera de banca no está, pregunta al profesor por qué, y éste le contesta que ella nunca ha tenido una compañera de banca. En ese momento entendió que no era una broma, sino que ella y sus amigos nunca debieron jugar a convocar a un fantasma, pues se estaba llevando a todos sus amigos uno por uno.
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