Al final logré olvidarte, superar ese miedo a dejarte ir. Ahora me toca cuidarme y amarme para buscar mi pasión y felicidad. Es difícil amarse a uno mismo cuando te encuentras muchos defectos. Me gusta pensar que meto todos mis defectos en una maleta y la arrojo por un precipicio mental para poder liberarme al fin, pero al final esa maleta siempre regresa y todo se vuelve más pesado.
Sigo peleando por mi paz, pero al mismo tiempo intento huir de aquí, formar una nueva vida en donde encuentre ese lugar que me haga sentir libre, para poder comprar un boleto de ida y nunca más volver.
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