26/FEB/2022
An, instante infinito:
Te escribo estas líneas porque, al igual que muchas otras cosas, las cartas son testimonios de instantes en nuestras vidas. Las cartas son fotografías de palabras, físicas o digitales, y uno de los vínculos comunicativos más efectivos y longevos de nuestra historia. Es por eso que elijo plasmar en estas lineas el breve momento en el que coincidimos.
Hace algunos años tuve la suerte de leer un ensayo que explicaba la definición de la aceleración. Este tópico se volvió una tremenda inquietud. Comprendí que nos hemos convertido en seres viviendo simplemente acelerados. Absorbemos todo lo que se nos cruza y parece que no se le puede poner un alto. Nos convertimos en los papás de Chihiro comiendo y comiendo sin poner atención a todo lo que nos rodea
¿Cómo dejamos de comer como los cerdos de Chihiro?
Existen muchas maneras de ir en contra de la aceleración. Creo que lo más importante es reflexionar sobre todo lo que nos provoca satisfacción, incluso al rememorarlo. Y eso es lo que me pasa cuando pienso en nuestra breve historia.
Lo que nos pasó fue algo fugaz y parece tan irónico, pero estuvo lleno de aceleración. Te volviste una canción, una película y un lugar. Fuiste una linda comida, una plática extraordinaria, un momento de lucidez. Y lo agradezco en este momento, porque ahora entiendo que también amar es ir en contra de la aceleración, amar sigue siendo un acto subversivo.
Le doy fin a estas líneas, pues la aceleración alcanza hasta a las letras. Creo que no hay más que dejar esta historia como un hermoso cuadro que visito frecuentemente y me provoca una sonrisa. Que estas líneas plasmadas te alcancen en algún punto de tu existencia y te permitan reflexionar sobre el instante infinito en el que nos convertimos.
Mucha luz.
ATTE:
Edgar E.F.
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