
Si yo te olvido que se vaya contigo mi memoria.
[…]
Si yo te olvido, olvidaré también mi nombre, el color de mi pelo, a leer y a escribir, a respirar.
Maldición, Benito Taibo.
Querido tú:
¡Sorpresa! Te escribo desde el futuro. Supongo que todas las cartas de amor se escriben desde aquí, porque siempre que uno habla de amor, inevitablemente le tiene que negar un futuro al horror.
Desde aquí, todo lo que pudimos haber vivido en este o en otros mundos posibles parece el parpadeo de un gigante. Allá, donde tú estás, se quedaron los nervios previos a un beso y las noches de dolor posteriores a la ruptura. Es extraño ya no extrañarte, pero también que ya no estés aquí. Es que, desde allá en el pasado, yo creía que cuando llegásemos aquí seguiríamos juntos. Ahora no nos conocemos, tú eres otro y el mismo, yo soy otra y la misma.
A veces pienso en ti, en las cosas que vivimos; me gusta compartirme contigo, siempre se sentía bien robarle ratitos a la vida para reírnos bajito. El futuro sin ti está plagado de dificultades, aunque creo que aun si estuvieras sería igual de difícil; sólo que, chance, me sentiría un poco más apapachada.
Pero la neta, no me va tan mal, sin ti me defiendo bastante bien. Aunque siempre voy a querer al tú del pasado, porque nos conocimos muy chicos, porque mi primer beso me lo diste tú, porque me regalaste muchas flores y porque sí.
No tengo que explicarte por qué desde el futuro todavía te quiero en el pasado, tampoco que no te olvido ni te olvidaré nunca, porque (sin importar si quiero o no) tú eres parte de mí (sin importar si quieres o no). Pero como yo ya estoy en el futuro y tú sigues en el pasado, sólo te puedo mandar esta carta para decirte que te quiero, que aquí todo sigue chido y que, sin ti, sigo resistiendo.
Pd. Aún tengo que descubrir si correos de México puede mandar esta carta a donde sea que andes.
Atte. Fátima
108