Yo, testigo de la historia de alguien más, un extra de película romántica noventera,
puedo unir tramas y crear una nueva,
pero para mí nada de eso ha funcionado.
Y me acuerdo de él, y de ella … de todas las películas que nunca se acabaron porque nunca comenzaron, sólo… existieron.
Guardo esos recuerdos en forma de cartas de amor.
Escribí una para él,
el sobre rojo tiene un corazón grande dibujado con crayón rosa y un “Te Quiero” en el centro, con un pequeño corazón sobre la “i”.
En ella le agradezco por todo, termina con una frase cursi de su comedia romántica favorita.
Escribí una para ella,
es un sobre color beige decorado con flores secas de mi jardín.
Sólo tiene eso en el sobre,
no hay un corazón enorme ni un “Te Quiero” gritando lo que siento.
Dentro, le digo lo que nunca pude decir,
lo que nunca pude demostrar.
Le pido perdón por todo y termina con un “Te Amo” en la esquina inferior derecha.
Y hoy, escribo este poema para ti,
te cuento cómo me siento,
te cuento la historia sin terminar,
sin comenzar.
¿Este poema es para ti?
No sé,
todo depende de si nuestra historia comienza.
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